CÓMO, CUANDO Y DONDE. Durante el asado todos estuvimos de acuerdo en que tal vez la solución pasaba por aumentar, drásticamente, el tamaño de nuestras moscas si queríamos tener alguna posibilidad de captura. El problema era que no teníamos moscas más grandes!!
Hace ya algunos años que un grupo de mosqueros de Rosario
estamos utilizando moscas “XL” para tentar a los grandes dorados. Tal vez sea
algo arbitrario pero consideremos a modo de parámetro y para que nos entendamos
a un dorado “grande” a aquellos de 7-8 kilos para arriba y una “mosca grande” a
una de 17cm. en adelante.
Esta tendencia comenzó en nosotros, por el año 2000 cuando
fuimos por primera vez a pescar al río Dulce medio. Por aquella época había
allí una muy buena población de dorados grandes, súper bien alimentados gracias
a una impresionante cantidad de sábalos y bagres. En aquella oportunidad, luego
de dos días de castear infructuosamente a dorados cazando a nuestro alrededor y
de ver como uno de 12 kilos tomaba al mejor estilo emergente un sábalo de 1,5
kg que derivaba moribundo casi en superficie, se hizo evidente que a esos
dorados iba a ser muy difícil tentarlos con nuestras moscas de tamaño “normal”
(12-14 cm).
Durante el asado todos estuvimos de acuerdo en que tal vez la
solución pasaba por aumentar, entonces, drásticamente el tamaño de nuestras
moscas si queríamos tener alguna posibilidad de captura. El problema era que no
teníamos moscas mas grandes!! Por suerte a uno de los muchachos, Lalo Dela
Croce, con su inventiva de siempre, se le ocurrió, in situ, unir dos
Andinos pasando la punta del anzuelo de una por el ojo de otra y así lograr una
mosca “articulada” que casi duplicaba el largo y silueta de las que estábamos
usando.
La respuesta no se hizo esperar, en el primer cast clavó uno de
esos bichazos que
nos habían estado haciendo “pito catalán” por dos días… Se podrán imaginar Uds.
nuestra sorpresa ante esta respuesta inmediata!!! Al instante lo imitamos y cada
uno de nosotros obtuvo piques y algunas importantes capturas en lo que restaba
de ese último día de pesca. Pocas veces había vivido una experiencia tan
contundente. Aquí no cabían elucubraciones, ni análisis de escritorio ni nada,
habían sido los mismos dorados que en el momento, pasaron de rechazarnos
metódicamente las moscas a decirnos “esto sí es lo que nos gusta”.
No voy a decir que esto fue selectividad porque el tema es tan
interesante que merece desarrollarlo en otra nota, pero digamos que solo cuando
nos acercamos en algo al tamaño de las presas de esos dorados obtuvimos
respuestas.
En reiterados viajes subsiguientes pudimos corroborar nuevamente
la contundente predilección de los doradazos del
Dulce por las grandes moscas, pudiendo capturar varios en cada viaje contra
ningún pique por parte de los que usaban moscas “chicas”.
Sin dejar de considerar, por supuesto las características
particulares de cada ambiente parecería que en líneas generales los dorados del
alto Paraná y del Juramento comparten esas mismas preferencias por las moscas
grandes.
A partir de esta irrefutable “enseñanza de campo” empecé a
pensar en cómo desarrollar moscas que fuera al menos un 50% más grande de lo
que veníamos usando, lo cual no es sencillo ya que se dificulta mucho, como
sabemos, el lanzamiento a medida que se aumenta el volumen/peso de la mosca. Me
gustaría que quedara claro que no pienso que sea absolutamente necesario u
obligatorio tener que usar moscas XL para poder pescar grandes dorados, pasa
por algo absolutamente de gusto personal...
Tampoco he llegado a una conclusión, todavía, de cuán
"grande" o mejor dicho hasta cuán "chica" podría ser una
mosca grande, pero sí creo que en muchas circunstancias su uso nos dará mayores
posibilidades de éxito.
POR QUÉ USAR MOSCAS GRANDES?
Después de ya varios años de estar experimentando con moscas
grandes para tentar a dorados grandes, las razones que yo encuentro para
usarlas las podría definir como de dos tipos: una meramente práctica y lógica,
creo que a un pez que normalmente se alimente de grandes piezas será más fácil
tentarlo con una mosca grande. Al igual que, si lo que necesito es irritarlo
para lograr el pique, supongo que una mosca de gran tamaño logrará ese cometido
con más facilidad que una pequeña. La otra razón tal vez sea algo más
filosófica, cuando voy a pescar truchas mi máxima aspiración es intentar
pescarlas con imitaciones lo más cercanas posibles a lo que están comiendo.
Esto es al menos para mí, la esencia de la pesca de truchas con mosca y siento esa
definición tan valedera con el dorado como con la trucha. Por lo tanto
intentaré capturar a ese dorado con una imitación lo más acertada posible de lo
que se esté alimentando, tanto si lo está haciendo de mojarritas como de
sábalos, bagres, etc. Ya sé que suena menos delicado que si dijéramos
efemeróptero o díptero, pero es filosóficamente idéntico, no?
Me gustaría aclarar que bajo mi punto de vista, en la pesca del
dorado con mosca hablar de “imitaciones cercanas” de los forrajeros no siempre
quiere decir que deban ser visualmente similares al ojo del pescador, como
veremos más adelante, sino a la manera que tiene el dorado de reconocer a sus
presas, según fundamentalmente la transparencia del agua en donde habita.
CUÁNDO USARLAS?
Este es un pequeño resumen sobre en qué circunstancias yo usaría
una mosca grande:
SIEMPRE?
Aunque me refiera enfáticamente al uso de moscas grandes, no
pienso, en lo absoluto, que siempre sea necesario una mosca XL para capturar un
dorado grande.
Si lográramos que una mosca de tamaño normal pase exactamente
por enfrente de un gran dorado con apetito (no siempre tarea sencilla) es
probable que ante el fácil alimento disponible no pierda la oportunidad de un
pequeño “refrigerio”. Esta, me imagino, tal vez haya sido la forma como se han
capturado la mayoría de los grandes dorados con moscas pequeñas.
Donde sería cauteloso en su uso es en ríos de aguas
“transparentes”, allí una mosca XL puede ser más fácilmente detectada como algo
no natural, ya que en ese tipo de aguas cuanto más grande la mosca serán más
notorias las diferencias con un pez verdadero”.
En oportunidades, también, podremos encontrarnos con importantes
dorados cazando mojarras y juveniles de sábalos o bogas, fundamentalmente
cuando estos se encuentran disponibles en grandes cardúmenes. Es probable que
en esas situaciones nos veamos “casi obligados" a intentar con moscas de
tamaño chico o mediano que los imiten, si deseamos obtener el anhelado pique.
Otra circunstancia en la que la experiencia parece dictar que
las moscas grandes no son indicadas para tentar a los grandes, es cuando se los
busca en meses de baja temperatura en el agua.
Parecería que en esas condiciones, cuando comen, se inclinan a
comer presas pequeñas... será como dicen los isleños que se les pone la boca
dura????
Pero tal vez estas situaciones puedan ocurrir en forma
esporádica ya que en general un gran dorado “necesitara” alimentarse de grandes
presas para poder seguir creciendo (el tamaño de su boca y fortaleza de su dentadura
muestran que la naturaleza lo capacito para ello), y cuando así lo está
haciendo mi experiencia personal es que es al menos azaroso poder tentarlo con
una mosca de reducidas dimensiones. Tampoco pensemos que presentarle a un gran
dorado una mosca de 20-25cm. es pique asegurado, tal vez solo representa un
bocado apenas tentador para un animal acostumbrado a comerse un sábalo de 1
kilo o más de un bocado!!! Cuanto queda por experimentar!!!...Excelente!!!
Carlos Ingrassia (qepd) - Gracias Amigo por habernos dado tanto. Hector y Silvia Tapé